Recientemente hice el examen de 3er kyu.
Cuando empecé a practicar Aikido no me interesaba tanto la parte de los exámenes, color del cinturón... mi intención era aprender todo lo posible sin necesidad de validar mi nivel. Pasó el tiempo y nuestro Sensei Javier me dijo algo como "¿te animas a preparar el examen de amarillo?" y se produjo en mi una sensación interesante: por un lado la sorpresa y satisfacción por el progreso realizado hasta ese momento, y también el aumento de la motivación y las ganas de enfrentarme a esa situación, así que decidí aprovechar la oportunidad y mi idea inicial quedó atrás.
Ese gusanillo se volvió a repetir en las siguientes ocasiones que me tocó preparar exámenes, y siento que ese tiempo de preparación ha sido siempre muy enriquecedor: el repasar y profundizar en cada técnica (y memorizar sus nombres) y también disfrutar de ese proceso. Y por último, el examen: los nervios, el exponerse y también experimentar y aprender de ese momento, aunque el resultado no sea siempre el esperado.
Todo esto me recuerda a la frase "Practica y todo llegará" (Sri. K. Pattabhi Jois, un maestro de Yoga). Seguiremos practicando.
Gracias a Raúl por las semanas de preparación y a mi uke Laura. Gracias también a nuestro Sensei Javier y tod@s l@s compañer@s de clase, que me permiten seguir aprendiendo y mejorando cada día.
Itziar.